Merlin Properties ha puesto en marcha la maquinaria para desinvertir aquellos inmuebles de oficinas y suelos que no son estratégicos para la compañía y que son compatibles con el uso residencial o terciario para coliving.
En total, la socimi ha identificado alrededor de 50.000 m2 que pueden ser susceptibles de este cambio de uso, dando una segunda vida a estos activos, tal y como explicó Ismael Clemente, CEOdde Merlin, en una entrevista con elEconomista.es.
«No se trata de una parte sustancial de nuestro portfolio, pero es suficiente para conseguir un objetivo que para nosotros es importante: sacar de la cartera edificios que están en la cola de transformación a verde y que requieren de una inversión importante para ello», apunta Clemente.
El directivo detalla que con estos cambios de uso, por un lado, «nos ahorramos el coste de esa transformación» y por otro «el inversor que compra estos activos bate nuestro precio como oficina».
Por lo tanto, para Merlin «tiene un doble beneficio». «Ingresamos más de lo que tenemos en libros como edificio de oficinas y además lo quitamos de la lista de inmuebles pendientes de transformación a verde. Nos quitamos capex futuro y podemos focalizarnos en los centros de datos, que es la gran apuesta de Merlin para los próximos años», apunta el CEO de la socimi.
¿Qué activos va a vender?
El plan de venta de activos de Merlin incluye inmuebles como, por ejemplo, uno de los activos del Parque Empresarial Ática, en Pozuelo de Alarcón, que se compone de cuatro edificios. Se trata de un inmueble que pertenecía a la ya quebrada Reyal Urbis, que dejó la construcción del edificio a medio camino.
Esta parcela ofrece la posibilidad de cambiar el uso a residencial y por tanto Merlin se encuentra en negociaciones para su venta. Por sus dimensiones, el suelo cuenta con una edificabilidad que ronda los 5.000 m2, dando lugar, dependiendo del proyecto que se implante, a unas 45 viviendas.
Por otro lado, Merlin también está negociando la venta de una parcela en Valdebebas. En este caso están en conversaciones con potenciales compradores que podrían desarrollar un proyecto de coliving. En este caso, la parcela ubicada en esta zona al norte de Madrid, permite una edificabilidad terciaria de 26.000 m2.
«De momento, hasta que salga una ley de cambio de uso, solo podemos actuar sobre los suelos o edificios que permiten cambiar a residencial y que suman unos 50.000 m», explica Clemente. Una vez se aprobara esta normativa, el directivo asegura que podrían doblar esa cifra, «alcanzando los 100.000 m2 susceptibles de venta para un uso residencial».
Actualmente el esfuerzo inversor de la socimi está centrado en el área de centros de datos, que es, según Clemente «su arma secreta». Así, es su gran vector de crecimiento y la fuente de la que vendrá caja para mejorar el dividendo a los accionistas en los próximos años y que compensará la caída del valor de las oficinas.