Humana mantiene su negocio, a las puertas de la recogida selectiva. La fundación de economía social, especializada en la comercialización de moda de segunda mano, prevé cerrar el ejercicio con ventas planas respecto a 2023, cuando registró una cifra de negocio de 28,1 millones de euros. La entidad focalizará sus esfuerzos a lo largo del año en dos nuevas aperturas y en la adjudicación de los contratos de recogida selectiva que están poniendo en marcha los diferentes municipios españoles por todo el territorio, según ha explicado Rafael Mas, director de proyectos y relaciones externas en Humana, a Modaes.
La facturación de Humana proviene en su totalidad de la comercialización de los artículos de ropa que recoge a través de los contenedores que opera tanto en la vía pública como en espacios privados, como gasolineras o centros comerciales. En 2024, la entidad prevé recolectar hasta 19.000 toneladas de prendas, por encima de las 18.000 toneladas que recogió el año anterior.
La entidad cuenta actualmente con una red de 52 tiendas en las que distribuye toda la ropa depositada en sus contenedores, la última de las cuales, abrió sus puertas en Madrid en noviembre. Ubicada en el número 148 de la calle Bravo Murillo, el establecimiento se une a la red comercial de Humana, concentrada principalmente en la capital, donde la fundación gestiona 28 tiendas. Barcelona, con 22 establecimientos, y Sevilla y Granada, con una tienda cada una, completan la lista.
Antes de febrero, sin embargo, Humana subirá la persiana de hasta dos tiendas nuevas en Madrid para dar salida a su stock. En concreto, la compañía pondrá en funcionamiento un primer local en el número 11 de la calle Alberto Aguilera el 30 de enero, junto con otro en el número 36 de la Avenida del Mediterráneo, el 31 de enero. Ambas tiendas están situadas en Madrid.
“El residuo textil tiene un valor incalculable si se gestiona con trabajo, y ahora, vamos a ver un incremento de la cantidad recogida en toda España”, explica Mas en relación a la obligatoriedad de la recogida selectiva de ropa que se inició el 1 de enero de este año. A través de la ley de residuos y suelos contaminados, los ayuntamientos de las grandes y pequeñas ciudades españolas están obligados a recoger de forma separada los residuos textiles, un negocio que puede beneficiar a entidades como Humana.
Mas destaca, sin embargo, que esta obligatoriedad no beneficiará necesariamente a la fundación de ropa de segunda mano. “Tenemos que poder competir en igualdad de condiciones para crear sistemas motivados por la competitividad y que no deriven en la formación de monopolios”, añade el directivo.
La normativa española que regula la recogida de residuos establece que una parte de la recogida de residuos debe reservarse para las entidades del tercer sector y que trabajen por la inserción laboral, una categoría con la que Humana, a pesar de destinar todas sus ganancias a programas de desarrollo, no tiene. “Estamos perdiendo cuota de mercado por el tipo de figura jurídica bajo la que estamos constituidos”, se lamenta Mas.
Del total de más de 800 colaboradores con los que trabaja Humana, de hecho, entre entidades públicas como privadas, Humana sólo se ha podido hacer con la adjudicación del contrato en dos grandes ciudades españolas: Málaga y Sevilla. En grandes urbes como Madrid o Barcelona, denuncia Mas, los ayuntamientos han preferido llevar a cabo un único contrato para gestionar la recogida, antes que dividir el servicio entre una compañía y una asociación de inserción.
El directivo asegura que Humana está en contacto constantemente con Re-viste, el scrap de los gigantes de la moda y uno de los dos que han surgido en el país. “Esperamos poder formar parte de las pruebas piloto que van a poner en marcha, y estamos abogando por que implementen el sistema más eficiente y simple posible, además de que aproveche las redes que ya están en funcionamiento desde hace años”, añade Mas.
Humana People to People, la entidad que agrupa a todas las filiales de Humana en todo el mundo, nació en 1987. Más allá de su más de medio centenar de tiendas, ha ampliado progresivamente su plantilla. En concreto, la entidad emplea a nivel global a más de 750 trabajadores en todo el mundo, frente a las 720 personas con las que contaba en plantilla hace un año.
“Esperamos que el Real Decreto vaya a balancear la situación, y que Re-viste tenga en cuenta nuestras propuestas para evitar que se derive a un sistema que, para beneficiar a uno, acabe yendo en perjuicio de los otros”, sentencia el directivo.
