La Plaza Mayor de Madrid es, junto con el Palacio Real, el Museo Nacional del Prado y la Puerta del Sol, uno de los puntos turísticos más visitados de la ciudad.
Repasamos la historia de este emblemático lugar del distrito Centro en el Museo de Historia de Madrid, una exposición que recoge los rincones de la antigua plaza y los cambios que vivió a lo largo de sus 400 años de historia.
Los orígenes de la Plaza Mayor de Madrid
Los inicios de la Plaza Mayor se remontan al siglo XVI, cuando sobre la conocida como «plaza del Arrabal», se encontraba el mercado más popular de la Villa.
En 1580 Felipe II le encargó el proyecto de remodelación de la plaza a Juan de Herrera y se derribaron las «casas de manzanas» de la antigua plaza. La Casa de la Panadería se empezó a construir en 1590 a manos de Diego Sillero.
En 1617 Felipe III encargó la finalización de la nueva Plaza Mayor de la Villa de Madrid a Juan Gómez de Mora, un proyecto que duró tres años y serviría en un futuro como prototipo para el resto de plazas mayores de España.
Con bonitas fachadas y comercios en la planta baja de los edificios, la plaza tenía manzanas y bloques entre bocacalles abiertas. Sufrió algunos incendios y el 16 de agosto de 1790 un gran incendio en el Portal de Paños obligó a comenzar las obras de reconstrucción.
La reconstrucción tras el gran incendio
El encargado de la reconstrucción de la Plaza Mayor fue Juan de Villanueva, que modernizó y cambió la forma original y la acercó más a la moda francesa. Las bocacalles se sustituyeron por arcos simétricos, rebajó la altura de los inmuebles y además los igualó, incluyendo la Casa de la Panadería y la Casa de la Carnicería.
Desde sus inicios, la Plaza Mayor tuvo un carácter puramente municipal y popular, los balcones de sus edificios estaban destinados a presenciar fiestas, ceremonias y eventos públicos. Desde desfiles y procesiones hasta juegos ecuestres, autos de fe o corridas de toros, estas últimas muy populares.
Cuando había algún evento de este tipo las calles de la plaza se cerraban con tablas de madera, como con el teatro al aire libre, en el que los balcones y las gradas que se ponían provisionalmente servían de aforo para unos 50.000 espectadores. A los reyes se les reservaba el balcón de la Casa de la Panadería.
Desde mediados del siglo XIX la plaza deja de ser gestionada por la monarquía y pasa al Ayuntamiento. Los arquitectos Villa crean el nuevo espacio con la estatua ecuestre de Felipe III en el centro de la plaza, convirtiendo la estatua de Felipe III, que originalmente estaba ubicada en la Casa de Campo, en una rotonda que hace de estación terminal de tranvías y autocares.
La Puerta del Sol es el nuevo eje central y la Plaza Mayor se convierte en lugar de paseos con bancos, jardines, arbustos, flores, palmeras y cipreses.
En febrero de 1936 se inició un proyecto para devolver a la Plaza Mayor su imagen pasada, eliminando los jardines. La obra se paralizó durante la Guerra Civil y en los años cuarenta se retomó el proyecto.
En 1958 quisieron hacerla más imperial y, pese a que hubo protestas, en 1961 se eliminaron muchos elementos originales y se creó una estampa característica de los Austrias. En 1968 los automóviles llegan a la plaza, comienzan a construir el aparcamiento subterráneo y se realiza el adoquinado que tiene actualmente.
La Plaza Mayor de Madrid en la actualidad
La Plaza Mayor sigue siendo uno de los lugares turísticos de Madrid más visitados. Es una plaza porticada de planta rectangular de 129 metros de largo por 94 metros de ancho.
Está formada por edificios de viviendas de tres plantas y tiene diez accesos: 7 de Julio, Arco de Triunfo, Felipe III, Sal, Zaragoza, Gerona, Botoneras, Toledo, Ciudad Rodrigo y Arco de Cuchilleros, el más famoso.
Como lugares relevantes de la Plaza Mayor destacan la Casa de la Panadería y la Casa de la Carnicería. Además, bajo los soportales de la plaza y en sus alrededores todavía se mantienen numerosas tiendas tradicionales y comercios centenarios, como La Favorita, una sombrerería donde se pueden encontrar gorros, sombreros y boinas. También Gato Negro, que vende todo tipo de lanas y artículos de costura desde 1915. Otros locales de tradición son las centenarias tiendas de filatelia y numismática.
Los domingos y festivos por la mañana se celebra en la plaza el Mercado de Filatelia y Numismática. Además, desde 1860 en el mes de diciembre se celebra el tradicional Mercado Navideño, con numerosos puestos de objetos de Navidad, artículos de broma y disfraces.
400 años de la Plaza Mayor: Retrato y máscara de Madrid
Para ser testigos del paso del tiempo en fotografías, planos e información, merece la pena hacer una visita al Museo de Historia de Madrid, que alberga una exposición temporal: La Plaza Mayor, 400 años. Retrato y máscara de Madrid. Su entrada es gratuita y estará disponible hasta noviembre de 2018.
El museo se creó en 1929 con la intención de ser la memoria histórica de la ciudad, siendo su primer director el poeta Manuel Machado. Además de las exposiciones temporales hay una exposición permanente, imprescindible para entender la evolución de la ciudad desde sus orígenes.