La inmologística australiana pasará a gestionar 100.000 metros cuadrados para uso logístico gracias a la alianza con QEV, el impulsor del proyecto D-Hub que pretende producir vehículos eléctricos en una parcela de 310.000 metros cuadrados.
Sólo quedó Goodman. El Consorci de la Zona Franca de Barcelona (CZFB) anunció el pasado 31 de octubre que, una vez expirado el plazo de presentación de propuestas para la reindustrialización de los terrenos de Nissan en Barcelona, la mesa de contratación había admitido la única candidatura presentada.
Esta fue la que comprendía la alianza entre la inmologística australiana Goodman y el grupo de ingeniería QEV, impulsores del proyecto D-Hub junto con Btech, una iniciativa de reindustrialización de los terrenos de Nissan que tiene como objetivo producir vehículos eléctricos y aspira a ocupar la parcela más grande de la zona, de 309.737 metros.
Al final, después de insistir con diversas propuestas, Goodman se salió con la suya. La compañía ya presentó en diciembre de 2021 ante la mesa de reindustrialización un proyecto industrial y logístico para la reconversión de los terrenos de las plantas de Nissan. La compañía comprometía una inversión de 550 millones de euros y la creación de más de 3.200 empleos directos.
La propuesta quedó descartada después de la publicación de los pliegos del concurso, ya que el plan contemplado por Cfzb sólo reservaba 100.000 metros cuadrados para uso logístico, lejos de los planes de la empresa australiana, que anhelaba erigir una macro-plataforma logística en los terrenos libres. Con la alianza con QEV, Goodman pasará a explotar la superficie logística contemplada en el plan y, en caso de que el proyecto D-Hub no terminara saliendo adelante, podría transformar toda la bolsa de suelo a uso logístico, aunque esta posibilidad también deberá ser examinada por Czfb.
La propuesta ganadora prevé inversiones de 550 millones de euros y la creación de más de 3.200 empleos directos
Al concurso, que en un principio tenía que resolverse en septiembre pero que terminó alargándose su resolución hasta finales de octubre, también quería concurrir Merlin Properties, que se alió con Mecalux para presentar un proyecto con una inversión asociada de alrededor de 350 millones de euros, aunque al final, por desavenencias en el planteamiento de las bases, la alianza no presentó ninguna oferta.
El Czfb es la entidad propietaria del suelo y licitó un concurso para seleccionar un consorcio que se haga cargo del espacio en los próximos 50 años con un canon que superará los diez millones de euros anuales. El proyecto de Mecalux y Merlin, que participaría a través de su participada Cilsa, controlada por el Port de Barcelona (51,5%) y Merlin (48,5%), se divide en dos partes. Un proyecto logístico que hubiera impulsado Merlin y una fábrica de robótica, que desarrollaría Mecalux y que complementaría la planta que tienen ahora en Cornellà. Se preveía, además, levantar un centro de datos en uno de los solares del desarrollo.
El concurso impulsado por Cfzb contemplaba la licitación del alquiler de seis parcelas, de los cuales 61.078 metros cuadrados están adjudicados al fabricante de motos eléctricas Silence, propiedad de Acciona, mientras que 38.428 serán para Nissan Motor Iberia. Por lo tanto, resta por adjudicar de forma definitiva 309.737 metros cuadrados de suelo para uso industrial y tres parcelas de uso logístico, que suman 108.765 metros cuadrados.