El estudio internacional luis vidal + arquitectos es un referente de la arquitectura que ha llevado a cabo más de 200 proyectos desde su fundación en 2004.
Entrevistamos al arquitecto Luis Vidal, apodado «el señor de los aeropuertos», que nos habla de las obras de su estudio y de la situación del sector inmobiliario actualmente. Proyectos como la T2 del Aeropuerto de Heathrow en Londres, Castellana 77, el Centro Botín en Santander y el futuro Parque Empresarial de oficinas de Julián Camarillo, son algunos de los proyectos que llevan su sello.
luis vidal + arquitectos
¿Qué distingue a luis vidal + arquitectos de otros estudios de arquitectura?
Claramente nuestra filosofía, nuestra forma de pensar, un ADN distinto y único, que siempre ha estado presente en nuestros 15 años de vida, desde el proceso hasta el resultado final. El por qué hacemos lo que hacemos.
Nuestra responsabilidad respecto a la sociedad, el medioambiente y nuestros clientes. En España nos diferencia, además, que todos nuestros proyectos están premiados; que trabajamos todas las escalas; que nuestros hospitales y aeropuertos son referencias en diseño y responsabilidad medioambiental. Esa experiencia, flexibilidad y autenticidad nos hacen ser quienes somos.
¿Cuáles son sus fuentes de inspiración?
Mies van der Rohe y Frank Lloyd Wright han sido una inspiración constante, como también lo son los grandes maestros con quienes he podido trabajar y con los que comparto el mismo lenguaje, como Richard Rogers y Renzo Piano. Y en el plano personal, mi mujer, siempre.
Me considero un arquitecto en permanente estado de curiosidad, que es un gran motor de acción y pensamiento. Viajo, leo, visito y, sobre todo, escucho. Las necesidades del entorno y de la sociedad están cambiando y nuestra arquitectura tiene que ser lo suficientemente inteligente como para adaptarse a ese ritmo. Porque una cosa es segura, como ya observó Heráclito: lo que siempre es constante es el cambio.
¿Cuáles son los proyectos más emblemáticos de su historia?
En nuestros 15 años de vida como estudio internacional hemos tenido la oportunidad de trabajar en América, Europa y Asia, en todas las escalas y tipologías. Tenemos un portfolio muy amplio de 200 proyectos y todos son emblemáticos para nosotros: representan un logro y en todos ellos hemos querido aportar valor, sobre todo para la sociedad. Sin duda, la Terminal 2 de Heathrow es nuestro trabajo más premiado, con 27 reconocimientos internacionales, entre ellos el de mejor aeropuerto del mundo, según Skytrax… Y según los usuarios, que es lo que finalmente cuenta para nosotros.
La certificación BREEAM del Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo sirvió como base para la certificación de la construcción de edificios sanitarios en España, lo que convierte al edificio no sólo en emblemático sino, literalmente, en “modelo”. Eso me llena de orgullo porque, de nuevo, significa que hemos ido más lejos, que hemos innovado. Y las oficinas de Castellana 77 en Madrid son un ejemplo no solo de diseño (recientemente han ganado un German Design Award) sino de eficiencia (acaban de obtener un LEED Platino), valores que conforman ese ADN de luis vidal + arquitectos al que me refería antes.
Le llaman “el señor de los aeropuertos”, ¿cuántos proyectos en aeropuertos ha realizado?, ¿es esta su especialidad?
Es una de mis pasiones, y desde luego nos llaman de todas las partes del mundo por nuestros diseños aeroportuarios así que sí, debe de ser mi especialidad. Te confieso que desde los 15 años ya me interesaban mucho y, de hecho, para mi tesina en la Universidad de Greenwich en Londres, donde estudié arquitectura, realicé mi proyecto de fin de carrera sobre el London City Airport, cuya propuesta conceptual, años más tarde, fue implementada.
Desde luego, creo que los aeropuertos son las obras de mayor relevancia e impacto que existen actualmente en las ciudades; no solo por su volumen económico y su escala, sino por lo que representan: son la primera y última imagen que una persona se lleva de una nación. Representan un país, una cultura, una sociedad. Por eso me he dedicado tanto a estudiarlos, a vivirlos y experimentarlos en los 30 proyectos aeroportuarios en los que he trabajado a lo largo de mi carrera.
Todo ese conocimiento lo he llevado también al mundo sanitario, creando un modelo propio, “el hospital aeroportuario”. Se trata de trasladar los principios que diferencian a nuestros aeropuertos (orientación intuitiva, escala humana, luz natural, manejo del color, la acústica, la textura y la luz artificial) a la infraestructura hospitalaria, reduciendo la ansiedad de los usuarios y haciendo mucho más eficientes unos edificios que, en muchas ocasiones, al igual que los aeropuertos, funcionan 24 horas los 365 días del año y que procesan una cantidad enorme de usuarios.
¿En qué proyectos del sector terciario están trabajando actualmente?
En Madrid estamos trabajando actualmente en el parque de oficinas de Julián Camarillo para el grupo Bouygues. En infraestructura hospitalaria, uno de nuestros grandes campos de “expertise”, tenemos varios proyectos en Chile (el hospital Marga Marga y el centro de salud Matta Sur, dentro del sector público) y en República Dominicana. Como te decía antes, somos el único estudio español diseñando seis aeropuertos en el continente americano (entre ellos el AMB de Santiago de Chile y los aeropuertos de Pittsburgh, Boston, Denver, Dallas, y Las Américas).
En educacional, hemos diseñado el Campus de la Universidad Loyola Andalucía y el Campus de Salud y Educación de Pueblo Bávaro, proyectos a los que se suman otros de uso mixto, hotelero, planes maestros, comercial y retail en el continente americano.
¿Cuál es el reto más importante de luis vidal + arquitectos a día de hoy?
El mismo que cuando fundé el estudio en 2004: calidad, calidad y calidad.
¿En qué punto cree que se encuentra el sector de la arquitectura actualmente?
Venimos de una crisis que ha sido profunda para el sector, pero de la que hemos salido más fuertes que antes. Estamos notando una mejoría que se palpa en nuevas oportunidades, en España y fuera. Lo cierto es que ahora la preparación es mayor y, por tanto, el mercado laboral es más exigente. Lo cual es bueno para todos, pero sobre todo para el usuario final. Además, se está potenciando lo que califico de “arquitectura responsable”, y que es parte del ADN del estudio desde hace tres lustros: proyectos responsables económica, social y medioambientalmente. Pero la arquitectura debe ir “más allá”, adelantarse a los problemas de los usuarios que están por llegar y, por supuesto, mejorar el presente.
En la actualidad el mundo tiene cerca de 7.500 millones de habitantes y más del 50% de esa población vive en ciudades. Pero en 2050 habrá 10.000 millones de personas en el planeta, según la ONU, y el 75% de ellas vivirán en ciudades. Imagínese, eso significa que el número total de habitantes del planeta hoy (7.500) vivirán en ciudades en apenas 30 años. El reto es enorme y no lo podemos solucionar solos.
La arquitectura debe dialogar con otras disciplinas para dar respuesta a los problemas derivados del aumento de población, el aumento de consumo (procesar residuos, etc.), el desplazamiento de población (provocado por el cambio climático), la desigualdad social que eso genera, la gentrificación, la longevidad de la población, el cambio de los modelos familiares y laborales, el reto energético, la tecnología y la movilidad. Es una gran responsabilidad y es un motor de superación al mismo tiempo.
¿Qué impacto cree que tienen esas previsiones en el sector inmobiliario?
Un efecto enorme que puede ser positivo si, como decía, se tiene una visión global y no cortoplacista.
¿Cuál cree que ha sido el cambio más importante del sector inmobiliario en los últimos años?
No se trata de un único cambio sino de una suma de transformaciones que han influido enormemente en ese sector. Por un lado, la aplicación de la tecnología en el real estate ha dado lugar a edificios conectados con su entorno a través de internet y el big data. Por ejemplo, la irrupción del “carsharing” y los nuevos medios de movilidad urbana están reconfigurando los espacios de parking. Esa misma tecnología e información también están ayudando al propietario de un inmueble a optimizar los recursos y disminuir los costes: los edificios “saben” en cada momento dónde y cuándo subir o bajar la temperatura, apagar las luces o tener ascensores disponibles. Estamos viendo cómo las alianzas de las empresas tecnológicas con los grandes patrimonialistas, para obtener información de los usuarios a través de los edificios, también están impactando directamente en los centros comerciales.
En los últimos años hemos asistido a la creación de un nuevo modelo en el mercado de oficinas, el “coworking”, que ahora mismo está experimentando cambios: por ejemplo, están entrando las grandes compañías (bancos, aseguradoras, telefonía), ya que el “coworking” les aporta la flexibilidad necesaria para afrontar proyectos concretos en momentos puntuales. Esto afecta a la demanda de ubicación: ahora se buscan espacios de oficinas en el centro, donde los jóvenes con talento se sientan atraídos para trabajar, puedan acceder en “carsharing”, bicis, patines, etc. Y, a su vez, esto ha provocado la renovación de muchos edificios de oficinas con una ubicación céntrica pero que se encontraban obsoletos; el sector de oficinas en Madrid está viviendo en los últimos años una profunda renovación de su patrimonio inmobiliario.
Y todo esto, también influye en el diseño interior y “fit-out”, que está estrechamente ligado a la imagen de marca de los usuarios (en este caso, de las empresas de “coworking” que se instalen en cada edificio). Así lo hemos experimentado en proyectos como las oficinas en Eloy Gonzalo 10 y Castellana 77, ambas en zonas premium de Madrid. Y ahora en el parque empresarial en Julián Camarillo que estamos realizando para Bouygues. Pero los cambios no han afectado sólo al mercado de oficinas. También estamos asistiendo a una reactivación del sector residencial, a un cambio de perfil del cliente en el hotelero (nuestra experiencia en el hotel B&B Puerta del Sol así lo confirma) y en la irrupción, como antes mencionaba, de la tecnología en los centros comerciales.
Según su experiencia, ¿qué segmento del sector inmobiliario cree que será el protagonista en el 2019?
Sin duda, el espacio público. Estamos viviendo un gran cambio en la movilidad -como comentaba antes- en el envejecimiento de la población, en el aumento demográfico de las urbes, etc., que tiene que ser respondido por el urbanismo de la ciudad. Por eso, todos los profesionales del sector debemos participar para aportar soluciones reales que permitan resolver los problemas de contaminación, concentración y congestión que sufren y sufrirán en el futuro las ciudades.
El parque empresarial Julián Camarillo de luis vidal + arquitectos
Uno de los próximos proyectos de luis vidal + arquitectos es el Parque Empresarial de Julián Camarillo.
A las principales características del proyecto nos responde Ana Vidal, Directora General de Bouygues Inmobiliaria, empresa promotora: «JC 49-51 es un proyecto emblemático, moderno y eficiente. Se trata de un parque empresarial de 2 edificios de oficinas con una superficie total de 18.711 m2 y una amplia zona ajardinada para crear zonas de convivencia públicas y privadas. Situado en la esquina de las calles Julián Camarillo y San Romualdo y excelentemente comunicado, JC 49-51 es el proyecto de oficinas de mayor calidad en la zona. El proyecto cuenta con las certificaciones LEED PLATINO y WELL».
Además, comenta Vidal, «cada uno de los dos edificios, de formas sencillas y rotundas, funcionan de manera independiente y ofrecen una gran flexibilidad para los futuros ocupantes. También se han diseñado para conseguir la máxima eficiencia, tanto en términos de integración urbana, como de expresión y formalización arquitectónica y compromiso medioambiental».
