El puerto de Barcelona ya trabaja en la remodelación de su sede histórica del Port Vell

La Autoridad Portuaria de Barcelona ha informado de que ya trabaja en las obras de remodelación de su sede histórica, situada en el edifico Portal de la Pau, en el ámbito del Port Vell. Los trabajos empezaron a realizarse a mediados del mes de septiembre, tras la adjudicación del contrato el pasado mes de julio por un montante de 15,6 millones de euros. La entidad planea realizar parte de sus actividades en el edificio, inaugurado originalmente en 1907, y también liga su recuperación a la celebración de la Copa América de Vela, que tendrá lugar en el recinto catalán durante el verano de 2024. De hecho, el objetivo es tener terminadas las fachadas del edificio para esas fechas, de modo que se realizará una pausa en los trabajos mientras dure la competición.

Durante la presentación de la obra, que ha tenido lugar hoy en el Barcelona, el presidente del puerto, Lluís Salvadó, ha asegurado que recuperar el Portal de la Pau “es imprescindible para relanzar el Port Vell”. El dirigente del recinto barcelonés sitúa esta iniciativa en la mejora del nexo entre puerto y ciudad, a la par que reivindica su importancia como espacio para “usos futuros” en el ámbito del Port Vell. La autoridad portuaria realizará allí sus futuros consejos de administración y dedicará la infraestructura a un centro de divulgación de la instalación catalana y a “la celebración de actos y conferencias”.

Los trabajos se enmarcan en la rehabilitación completa que el puerto está realizando en el ámbito del Port Vell, y que cifra en inversiones de 120 millones de euros. En el caso concreto del edificio, que se está remodelando mediante el uso de técnicas para mantener su condición histórica, se busca recuperar el uso público y abierto a la ciudadanía que tuvo durante la primera mitad del siglo XX, cuando llegó a albergar un restaurante popular entre la burguesía de la ciudad. También se recuperará la bóveda que coronaba su sala central hasta 1940, momento en el que se eliminó para construir una segunda planta. El arquitecto a cargo del proyecto, Jordi Julián, ha manifestado que la reforma formula una “concepción del edificio” como “elemento que finaliza” la actual zona peatonal de los tinglados del Moll de la Fusta; una infraestructura, esta última, a la cual se construyó adosado en su momento.