Dolores Promesas inicia la cuenta atrás. La compañía de moda, que el pasado mayo fue rescatada por la empresa de moda femenina Niza, prepara su relanzamiento para finales de enero con el foco puesto en el canal online y en nuevas categorías de producto como calzado o marroquinería. Además, la empresa ha entrado en El Corte Inglés y tantea la apertura de un flagship para final de año.
“Hemos acelerado porque no nos podíamos perder la campaña primavera-verano”, sostiene José Kalu, consejero delegado de Niza y dueño de Dolores Promesas. El grupo invirtió dos millones de euros en el relanzamiento de la firma, que centrará principalmente su distribución en el canal online.
En concreto, la página web de Dolores Promesas estará operativa a finales de enero con toda la oferta renovada. “El online nos dará muchas pistas hacia donde ir, nos falta feeling por parte del consumidor y saber cómo va a reaccionar”, añade Kalu. La marca tendrá el mismo planteamiento que tenía antes, aunque con un rango de precios más elevado debido a la subida de costes.
Además, la colección también se venderá en cerca de treinta puntos de venta multimarca. Se trata de establecimientos históricos con los que ya operaba Dolores Promesas antes de cambiar de manos.
Dolores Promesas tantea la apertura de un ‘flagship’ en Madrid para finales de 2023
Por otro lado, Dolores Promesas también ha cerrado un acuerdo con El Corte Inglés, que venderá algunos de los productos de la compañía, y se encuentra en conversaciones con el grupo de grandes almacenes para abrir corners propios.
De cara a final de año, Dolores Promesas tantea la apertura de un flagship store en Madrid, en ubicaciones como el último tramo de Fuencarral o en Claudio Coello, en el barrio de Salamanca. “Es necesario abrir una tienda, pero tiene que ser rentable”, argumenta Kalu.
Para ello, el empresario sostiene que uno de los aspectos primordiales es ampliar la categoría de producto de Dolores Promesas. En ese sentido, la empresa tiene previsto lanzar una extensa línea de calzado, sobre todo sneakers, y de marroquinería, con la que antes no contaba.
Tras cambiar de manos, Dolores Promesas ha tenido que volver a construir la relación con la mayoría de sus proveedores y firmar con nuevos. La empresa fabrica todos sus productos en plantas de España y Portugal. “Se nota mucho que no somos los fundadores, hemos tenido que rescatar la relación”, señala Kalu.
Niza ha invertido dos millones de euros en el relanzamiento de Dolores Promesas
Niza se hizo con Dolores Promesas el pasado mayo. La firma madrileña había presentado concurso de acreedores a finales de 2020 y en enero de 2022 abrió la fase de liquidación y la búsqueda de un comprador para la unidad productiva. Dolores Promesas fue fundada en 2005 por Javier Lapeña, Myriam Pintado y Alicia Hernández, que abandonó la empresa en el verano de 2020.
Entonces, Niza se hizo con Dolores Promesas, que llegó hasta a operar con 41 puntos de venta. Tras la operación, la compañía de moda construyó un nuevo equipo entre los que se encuentran ejecutivos históricos de la firma, como Lola Vaquero, responsable de comunicación, o Ana Muñoz, al frente de diseño.
Crecimiento para Niza
Niza ha cerrado el ejercicio 2022 con un incremento de la facturación del 35%, aunque la compañía no comparte datos absolutos de ventas. El canal online ha sido uno de los vectores del desarrollo de la empresa, copando ya el 30% de las ventas gracias a su presencia en marketplaces como Zalando o La Redoute.
Niza nació hace veinticinco años de la mano de la diseñadora de origen indio Maya Varin en Santa Cruz de Tenerife. La empresaria continúa siendo la propietaria de Niza junto a sus hijos, José Kalu y Ana Kalu.
La compañía concentra el grueso de su distribución en el canal multimarca, online y puntos de venta en El Corte Inglés, donde cuenta con veintidós corners. Fuera de España, Niza opera con más de veinte franquicias en Kuwait y México.