Cerberus saca la artillería pesada y redobla su apuesta por el inmobiliario español. El fondo de inversión estadounidense, que es propietario de la promotora Inmoglaciar, aspira a destinar una inversión de alrededor de 700 millones de euros en la compra de suelo en desarrollo a lo largo de los próximos años, según han confirmado distintas fuentes del sector a elEconomista.es.
Para llevar a cabo esta tarea el fondo ha fichado a través de Inmoglaciar a Adolfo Blázquez, un reconocido directivo del mercado inmobiliario que cuenta con una dilatada experiencia en el sector de la gestión urbanística y el suelo. Blázquez era hasta la fecha director de Suelo de Aliseda, donde se incorporó en enero de 2018. Antes estuvo cuatro años en Sareb como director de Gestión de Ventas y anteriormente fue responsable de Suelo y Activos Singulares en Servihabitat durante siete años.
Según apuntan las mismas fuentes, el objetivo de Cerberus pasa por hacerse con una importante cartera de suelos en gestión aprovechando un momento único en el mercado en el que se espera que salgan adelante importantes desarrollos urbanísticos en distintas zonas de España. Concretamente, sólo en la Comunidad de Madrid, hay suelo en desarrollo para unas 260.000 viviendas, de estos, los expertos calculan que unas 70.000 viviendas pueden salir en los próximos cuatro años, ya que se encuentran en un estado avanzado del proceso.
Atendiendo a este momento de oportunidad en un negocio en el que no todos los inversores tienen pulmón financiero suficiente para entrar o no pueden hacerlo al tratarse de promotoras cotizadas a las que estas operaciones les penalizarían, el plan del fondo estadounidense pasa por adquirir suelos en gestión para desarrollarlos. Una vez sean finalistas una parte de estos se destinarán a nutrir el negocio de Inmoglaciar. Otra parte, que no sea estratégica para su promotora, se venderá a terceros y otra se promoverá en alianza con socios.
El objetivo del fondo, según señalan las mismas fuentes, es llevar a cabo estos desarrollo de tal modo que no solo Cerberus logre los retornos esperados con el negocio, también los futuros compradores, especialmente promotoras que buscan suelo finalista para construir viviendas de obra nueva, podrán trabajar con márgenes razonables.
Uno de los focos de Cerberus en Madrid se encuentra en los desarrollos del sureste, concretamente en Valdecarros donde se proyectan 51.000 viviendas en 19 millones de metros cuadrados de suelo. Este desarrollo se divide en 8 etapas y la fase uno está prevista que finalice en el primer trimestre de 2024. Además la Juna de Compensación está trabajando de forma paralela en las fases dos y tres. Entre las tres suman 13.500 viviendas.
Esta estrategia supone continuar y potenciar una actividad que llevan años realizando desde la promotora, que en su propia página web destaca la gestión de suelo urbano como una de sus principales capacidades. Concretamente, al cierre de 2021 la mitad de la cartera de suelo de la inmobiliaria era finalista y la otra mitad suelo en gestión con planeamiento ya aprobado. Según los últimos datos disponibles Inmoglaciar cuenta con suelos para levantar alrededor de 13.000 viviendas.
Madrid, Barcelona, Valencia y Andalucía, especialmente en Málaga, son los mercados que acaparan la mayor parte de la cartera de suelos de la promotora. En 2021 (últimas cuentas disponibles en el registro) la compañía logró unos ingresos de 124,28 millones de euros, registró unos números rojos de 12,6 millones de euros y un beneficio de explotación de 4 millones de euros. La compañía contaba al cierre de 2021 con una cartera de suelos y activos inmobiliarios por valor en su balance consolidado de 282 millones de euros. Ni Cerberus ni Inmoglaciar han querido hacer comentarios al respecto de esta estrategia.