Carrera y Carrera vuelve a sus orígenes y traza un plan de crecimiento de la mano de nuevos socios. Este plan, que cuenta con una inversión aproximada de 10 millones de euros, prevé nuevas aperturas tanto de tiendas físicas como de puntos de venta multimarca, además de la expansión a nuevos mercados.
La longeva trayectoria de la compañía de joyería, que echó a andar en 1885 de la mano de Saturio Esteban Carrera, que puso en marcha un pequeño negocio de joyería en el Barrio de las Letras de Madrid, ha estado marcada por su internacionalización y crecimiento, pero también por los cambios de propiedad y las crisis.
Tras pasar por diversas manos (en 2014 la empresa pasó a estar en manos de la sociedad Caruli Limited, controlada por un grupo de inversores rusos, que compró la empresa a Lladró) y entrar en 2018 en fase de liquidación tras no superar el concurso de acreedores, los antiguos herederos de la compañía compraron la marca ese mismo año junto con un socio inversor. Pero no fue hasta 2022 cuando la marca se relanzó oficialmente al mercado.
Hoy, Carrera y Carrera está controlada por descendientes de los antiguos propietarios (que ocupan puestos de dirección), y por capital chipriota, según ha explicado a Modaes el director de operaciones de la compañía, Antonio Calvo. Actualmente, la empresa tiene una plantilla de 55 empleados y está dirigida por tres de los hijos de quien fuera uno de los anteriores propietarios, Antonio Calvo.
Bajo el lema back to the origin, Carrera y Carrera inicia un nuevo periodo que, en palabras del director de operaciones de la compañía, Antonio Calvo, “tiene el objetivo de devolver la marca al punto original que la hizo tan grande”. Por este motivo, explica que han recuperado «los diseños exclusivos, la fabricación española, con talleres en Madrid, y recuperado a los artesanos originales”.
En la cúpula directiva también se encuentra Daniel Calvo, quien lidera el equipo creativo y ha apostado por “recuperar el ADN distintivo responsable del éxito experimentado por la firma en sus mejores momentos”. Por su parte, Román Cano es el director de producción y en enero de 2023 la empresa nombró a un consejero delegado, Gregory Kurnosov.
Ahora, con el relanzamiento de su marca, Carrera y Carrera abrirá el próximo noviembre su primera tienda propia en la capital española, ubicada en el número 23 de la calle Ortega y Gasset. Asimismo, en primavera de 2025, la compañía de joyería tiene previsto abrir una segunda tienda en España. Concretamente, será en Paseo de Gracia de Barcelona.
Si bien su canal de distribución principal es el wholesale y cuenta con puntos de venta multimarca en países como Japón, Francia, Inglaterra, República Checa, Dubái, Catar o España, según afirma el ejecutivo Calvo, la estrategia actual de la empresa pasa por “apostar por la tienda propia para visibilizar y consolidar la marca”.
Entre los mercados potenciales en los que la compañía prevé reforzar su presencia está Estados Unidos, donde de forma inminente empezará a operar desde su nueva oficina ubicada en la Quinta Avenida de Nueva York. “Abrimos una nueva oficina en la Quinta Avenida para atacar el mercado norteamericano, que es complejo, maduro, con mucha competencia y exige unos esfuerzos a nivel de comunicación y presencia”, explica el director de operaciones Antonio Calvo.
Además, la compañía se encuentra en negociaciones para entrar en cruceros en el Caribe y prevé abrir en 2026 una tienda en Dubái, puesto que, tal como explica Calvo, “es un mercado muy demandado y uno de los pocos destinos donde nuestros clientes potenciales pueden viajar sin restricciones”.
Si bien la empresa también vende online a través de su página web, el peso de su ecommerce sobre sus ventas es de sólo un 10%. Una cifra que, en palabras del director de operaciones, “crecerá exponencialmente ya que es una plataforma muy útil y en el sector del lujo funciona muy bien”.
Alrededor del 60% de las ventas de la empresa son internacionales y, según explica Antonio Calvo, “el gusto por este tipo de joyería, con un nivel de diseño más distintivo, no ha sido el fuerte del consumidor local español”. Asimismo, añade que “es una marca muy identificable y un producto muy atractivo para los turistas, por eso somos muy fuertes en travel retail”.
En esta dirección, con un precio de venta medio que oscila entre los 5.000 y los 10.000 euros, el público objetivo de la compañía es, según el ejecutivo, “gente conocedora del mundo de la joyería y de la moda, que va un paso más allá y que busca un punto más de exclusividad”.
La empresa, que cerró el ejercicio del año pasado con una facturación en torno a los cinco millones de euros, prevé cerrar 2024 con una facturación de 10 millones de euros. “Nuestra facturación de 2023 es irrelevante puesto que fue un año de empezar, reposicionar la marca y presentarla a nivel oficial”, explica Antonio Calvo, y, añade, “que al partir desde cero nuestro crecimiento va a ser exponencial”.