BonÀrea continúa con su expansión en la comunidad aragonesa. El grupo alimentario ha abierto una nueva tienda en Zaragoza, alcanzando los 35 establecimientos en la ciudad y alrededores.
La tienda de BonÀrea Agrupa cuenta con una superficie total de venta de 295 metros cuadrados en los que ofrece alrededor de 2.400 artículos. Con su puesta en marcha, se han generado seis puestos de trabajo, el grupo alimentario alcanza las 63 tiendas en la provincia de Zaragoza, afirma Teresa Alsina, directora de Tiendas de BonÀrea, a elEconomista
La nueva tienda, situada en el Paseo de los Olvidados 41 del barrio zaragozano de Valdespartera, estará abierta de 9.00 a 21.00 horas de lunes a sábado y de 9.00 a 14.00 horas los domingos y festivos. Además, contará con espacio de aparcamiento exterior con capacidad hasta 23 vehículos.
Esta nueva apertura permite a BonÀrea continuar con su «apuesta por Aragón. Desde nuestra fundación en 1959 siempre hemos mantenido un vínculo muy cercano con la comunidad aragonesa, y nuestra expansión en la región refleja su importancia estratégica», añade.
La comunidad aragonesa «es fundamental en nuestra estrategia de crecimiento gracias a factores como su ubicación geográfica privilegiada, sus excelentes infraestructuras o el talento de sus profesionales. Además, nosotros somos de Lérida, una zona que siempre ha tenido un vínculo histórico de cercanía y conexión con Aragón», incide.
Esta apuesta por Aragón ha llevado a que BonÀrea haya ido ampliando su red de tiendas, alcanzando las 63 en la provincia de Zaragoza, además de 16 en la de Huesca y 7 en Teruel. Y el objetivo es seguir ampliando esta red. «La estrategia de expansión de BonÀrea abarca tanto la apertura en zonas estratégicas para atender a los residentes de grandes ciudades, así como en poblaciones rurales, muchas veces desprovistas de comercios de alimentación».
De acuerdo al plan de expansión, BonÀrea prevé cerrar el año 2024 con la inauguración de 25 nuevos supermercados en España, con especial localización en Aragón y Cataluña. «Nuestros establecimientos son una parte clave de nuestra estrategia, ya que nos permiten cerrar el círculo productivo completo. Contamos con un modelo de integración vertical, sin intermediarios, único en el mundo, que abarca todas las etapas de la cadena de valor: desde la fabricación de los piensos a la cría y engorde de los animales, la transformación y elaboración de los productos, y su distribución y venta directa a través de las tiendas BonÀrea».
La actividad de BonÀrea no solo se limita a las tiendas. Aragón también es una zona clave para su modelo de negocio integrado, concentrando gran parte de su actividad. «Actualmente, contamos con fábricas de piensos en Bujaraloz, granjas propias en Sena, y con varias delegaciones de distribución cárnica en Huesca, así como centros de recogida de cereal en Sos del Rey Católico (Zaragoza)», incide.
El grupo agroalimentario también tiene socios ganaderos y agricultores que conforman la parte inicial de la integración vertical completa, donde mediante las tiendas BonÀrea pueden vender directamente las producciones sin ningún intermediario.
La red de 86 tiendas distribuidas en Aragón emplea a 500 personas. Además, la empresa está desarrollado su complejo agroalimentario en la localidad de Épila, en Zaragoza, con el que se espera una generación de cerca de 4.000 puestos de trabajo una vez el proyecto esté a pleno rendimiento.
«La construcción de la plataforma agroalimentaria de Épila avanza a buen ritmo, y actualmente, alrededor de un centenar de personas ya trabajan en el centro», afirma. Esta cifra aumentará progresivamente conforme entren en funcionamiento nuevas instalaciones y procesos.
Actualmente, ya operan áreas clave del proyecto, como el lavadero de cajas, una nave de 29,000 metros cuadrados en la que se limpian 20,000 cajas al día, un espacio de 13,000 metros cuadrados dedicado a talleres de mantenimiento y diseño de maquinaria, o la gasolinera, equipada con múltiples puntos de repostaje y servicios para conductores.
A lo largo de los próximos meses, se avanzará en la hoja de ruta de este proyecto. Para 2025, «el objetivo es seguir ampliando la capacidad operativa del centro con nuevas áreas e infraestructuras, incorporando a nuevos profesionales, y reforzando el papel de Épila como un nodo clave para nuestro modelo de integración vertical».
En concreto, según los planes de la Corporación Alimentaria Guissona, está previsto que para diciembre de 2025 pueda estar finalizada la nave para el pienso de mascotas, que conlleva una inversión de 6,9 millones de euros y que contará con una superficie de 11.750 metros cuadrados. Aparte habrá una torre de 35 metros de altura para acometer todo el proceso de maduración de las materias primas, mezcla, extrusión, secado y envasado.
La planta, que prevé emplear cereales de la zona, tendrá una capacidad de producción de 15.000 kilos por hora, es decir, unas 240 toneladas al día, lo que supone 60.000 toneladas al año en una primera fase. Posteriormente, se prevé alcanzar las 120.000 toneladas.
Para finales de 2025, también está prevista la nave de líquido, de 15.000 metros cuadrados, para el tratamiento y envasado de leche, zumo, agua, vino y aceite. Aquí, también se quiere contar con proveedores de Aragón y Soria.
Estas naves forman parte del proyecto de la plataforma alimentaria de BonÀrea que se está ejecutando en varias fases. La inversión global se cifra en torno a los 400 millones de euros.