El grupo estadounidense Apple ha alquilado 6.000 m2 de oficinas a la aseguradora Catalana Occidente en el paseo de Gràcia 2, justo en la esquina de plaza Catalunya. La operación es el mayor alquiler que se ha firmado en Barcelona desde el inicio de la pandemia y convertirá al grupo en el principal ocupante del edificio, situado justo enfrente de la Apple Store de la ciudad.
Apple sigue así en Barcelona el mismo modelo que en Madrid, donde ha instalado sus oficinas encima de su tienda estrella de la Puerta del Sol.
La nueva sede de Apple es el Palau Pons i Pascual, un edificio construido por el arquitecto Enric Sagnier, que fue la sede histórica de la aseguradora hasta que la firma se mudó a Sant Cugat hace ya 30 años. La compañía ha invertido 35 millones de euros en una remodelación completa, que ha realizado en los últimos cuatro años, para respetar los elementos arquitectónicos modernistas del edificio. El inmueble situado entre la ronda Sant Pere y la calle Casp, tiene seis plantas, tiene una superficie global de 9.300 m2, con un local comercial del 3.800 m2 y la reforma ha permitido construir un aparcamiento de 90 plazas.
El desembarco de Apple en plaza Catalunya, en 2012, fue precisamente el hito que marcó la trasformación de la plaza, que fue en los años sesenta del siglo pasado el gran centro financiero de Barcelona. Según el estudio “Marketshot Plaça Catalunya” que presentó en febrero la consultora Cushman & Wakefield, la banca empezó a tomar la plaza con el derribo del Hotel Colón, en cuyo solar se levantó el Banco Español de Crédito, y llegó a albergar siete edificios bancarios, entre los que destacaban el Banco Central, el Banco de España, el Banco de Bilbao, el Banco de Vizcaya y la Banca Arnús, ademá de la aseguradora.
Con la llegada de Apple los locales de la plaza se reconvirtieron para el comercio, con la entrada de enseñas como Urban Outfitters, Desigual, Zara, MediaMarkt o Huawei, con rentas que en algunos casos llegan a niveles de la renta prime de paseo de Gràcia (275 €/m2/mes). Las rentas de las oficinas en la plaza son sin embargo muy inferiores: según la consultora BNP Paribas Real Estate las más altas en Barcelona han sido de 28 euros/m2/mes.
La zona, sin embargo, sigue siendo muy demandada por multinacionales para albergar oficinas. Así, hace unos meses fue Lidl quien decidió alquilar 3.200 m2 de superficie al otro lado de la plaza, encima de la tienda de Zara en la calle Bergara, para albergar un centro de excelencia en comercio electrónico. Según sus responsables, la ubicación es un factor clave para contratar a los expertos de 18 nacionalidades de los cinco continentes, que trabajan en el centro. “Para contratarlos, compitiendo con ofertas de multinacionales de todos los países, es un valor importante decirles que van a trabajar frente a la Rambla de Barcelona”, señaló uno de sus responsables.